Los 7
Principios de la metafísica fueron escritos por Hermes Trimegisto en el antiguo
Egipto. Toda su enseñanza se mantuvo guardada en forma secreta para la gente y
sólo fue revelada a unos pocos escogidos en aquel entonces. De allí viene el
concepto de "herméticamente" guardado. Originalmente, toda la
información de Hermes se transmitió de boca en boca, sin material escrito.
El ser
humano sufre por una sola razón: la falta de conocimiento. La falta de
información lleva a cometer errores que luego se transforman en dificultades.
El sexto Principio metafísico dice textualmente: "«Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley.»"
El sexto Principio metafísico dice textualmente: "«Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley.»"
Absolutamente
todo lo que estamos viviendo en el presente ha sido generado con anterioridad.
La Ley de Causa y Efecto opera en forma permanente manifestando aquello que de
alguna manera hemos originado, siempre se encuentra actuando y se nos presenta
de manera inevitable. Es
como si estuviesemos continuamente chocándonos de frente contra una
pared, sin darnos cuenta que podríamos darle la vuelta por la derecha, por la
izquierda, o saltarla por encima.
En síntesis, en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el empleado público tiene un problema y es porque no cuenta con la información necesaria para superarlo ya que ésta se encuentra "herméticamente" guardada solo para unos pocos.
Debido a la falta de información observamos efectos cuyas causas no alcanzamos a entender. De forma correspondiente, la comprensión en profundidad de Causa y Efecto, nos permite encontrar la solución al asumir la importancia de generar causas favorables de forma consciente para hacernos acreedores de sus efectos favorables.
El conocimiento en sí mismo no es poder; el poder radica en la aplicación del conocimiento. Se dice que saber poco es peligroso y que saber demasiado puede conducir a una parálisis y a la falta de movimientos decisivos, oportunos.
El Conocimiento da Poder, sólo cuando uno conoce los motivos y las características del problema, es decir, cuando uno llega a entender la cuestión y puede resolverla.
Debido a la falta de información observamos efectos cuyas causas no alcanzamos a entender. De forma correspondiente, la comprensión en profundidad de Causa y Efecto, nos permite encontrar la solución al asumir la importancia de generar causas favorables de forma consciente para hacernos acreedores de sus efectos favorables.
El conocimiento en sí mismo no es poder; el poder radica en la aplicación del conocimiento. Se dice que saber poco es peligroso y que saber demasiado puede conducir a una parálisis y a la falta de movimientos decisivos, oportunos.
El Conocimiento da Poder, sólo cuando uno conoce los motivos y las características del problema, es decir, cuando uno llega a entender la cuestión y puede resolverla.
Este conocimiento sólo es útil si actuamos sobre lo que
sabemos, así que necesitamos equilibrar el tiempo que invertimos en saber y el
que invertimos en hacer.