Tras 154 millones de inversión y
medio siglo de polémicas ambientales y controversias administrativas, el agua
del embalse de Melonares ha llegado, por fin, en el mes de marzo de 2015, a los
grifos del área metropolitana de Sevilla.
Así lo constataban los medios de comunicación precisamente hace un año.
La construcción del embalse de
Melonares se comenzó a fraguar en 1972, pero se cuestionó una década después
por las entonces autoridades ambientales andaluzas, y por las de la Unión
Europea.
La oposición a este proyecto
estuvo a punto de paralizarlo en 1989, cuando la Junta de Andalucía protegió
legalmente esta zona denominándolo como Parque Natural de la Sierra Norte de
Sevilla para preservar especies en peligro crítico de extinción, como el lince
y el águila imperial ibérica o la cigüeña negra.
Pero la tremenda sequía que asoló
Andalucía entre 1991 y 1995, que estuvo a punto de forzar evacuaciones masivas
en Sevilla por falta de agua potable, reactivó la necesidad de construir este
embalse para garantizar el abastecimiento al más del millón de residentes del
área metropolitana hispalense.
Al final, la UE y el Gobierno
español acordaron construir Melonares, pero con la condición de que los 186
hectómetros cúbicos de agua del río Viar que puede almacenar se destinasen,
exclusivamente, al consumo humano y nunca a actividades económicas.
Además, se obligó a implementar
severas medidas de corrección y de compensación ambientales que elevaron el
coste final de la obra a más de 110 millones de euros y consolidaron a
Melonares como el primer embalse de Europa cuyo coste ecológico superó al de su
propia construcción.
El Área de Compensación Ecológica
de Melonares obligó a expropiar una superficie equivalente a la del embalse,
que se anexionó al Parque Natural.
Finalmente, el embalse se comenzó
a construir en el 2003 y las obras, que se cobraron sendos accidentes laborales
mortales, finalizaron en el 2015, pero no así la polémica.
Con Número de Expediente SE(DT)-5335 y publicado en la Plataforma de Contratación del Estado el 12 de abril de 2016 a las 07:54 horas, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir procede a licitar el contrato de servicios de mantenimiento del área de compensación ecológica del embalse de Melonares.
Según consta en la carátula del Pliego licitado, el autor del proyecto pertenece a una empresa externa, el director del proyecto es empleado público de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Con anterioridad ya se han llevado a cabo diversos contratos con el mismo fín: el mantenimiento del área de compensación ecológica del embalse de Melonares.
Con este pliego se pretende dar continuidad a dicho mantenimiento.
Como viene siendo habitual, siguiendo las Instrucciones Ministeriales pertinentes, se dice en el Pliego SE (DT)-5335:
Y, además, se añade:
“El encargo de las tareas objeto del contrato no implicará en ningún caso la suplantación de los recursos humanos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir”.
Primera frenada en seco:
Son trabajos a realizar las
Quizá estemos confundidos, la frase
"suplantación de los recursos humanos de la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir": ¿se refiere a la usurpación de funciones públicas e intrusismo,
delitos que se encuentran regulados en el Capítulo V del Título
XVIII del Libro II del Código Penal?, ¿al ejercicio de potestades públicas?, ¿a
la salvaguardia de los intereses generales del Estado?, ¿al ejercicio de
autoridad?
Persuadir el furtivismo; la entrada de personal no autorizado; los robos de infraestructuras existentes; la asistencia a personal que realice otras actuaciones ¿son o no son potestades públicas?
El pan nuestro de cada día... CARENCIA DE MEDIOS PERSONALES E IMPOSIBILIDAD DE INCREMENTO DE PLANTILLA en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Persuadir el furtivismo; la entrada de personal no autorizado; los robos de infraestructuras existentes; la asistencia a personal que realice otras actuaciones ¿son o no son potestades públicas?
El pan nuestro de cada día... CARENCIA DE MEDIOS PERSONALES E IMPOSIBILIDAD DE INCREMENTO DE PLANTILLA en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Segunda frenada en seco:
No hay más que observar la
Justificación de Precios objeto del contrato que se licita, la maquinaria a
emplear o algunas de las partidas como reparación de caminos, apertura de
cortafuegos, excavación de tierras.... y por supuesto el presupuesto de
ejecución, para "saber" de la necesidad de redacción del Estudio de Seguridad y Salud.
Trabajo duro para los nuevos Delegados de Prevención designados “por y entre los representantes del personal" (no sólo de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir) que deberán llevar a cabo la función de vigilancia y control del cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales en esta "obra".
En definitiva....tercera frenada en seco...¡y dale Perico al torno!... la externalización de funciones
operativas no exime a la Administración de la responsabilidad directa sobre las
actividades externalizadas.
La pandilla sigue haciendo de las de suyas....
ResponderEliminarLa redacción de lis pliegos son de risa y cachondeo, a ver si sacan un pliego para privatizar el puesto de Secretaria General y Presidente, total para lo que están.....
ResponderEliminarMi agradecimiento por seguir informando de lo que pasa...efectivamente el pan nuestro de cada día...¡y que los sindicatos no muevan ni un dedo!
ResponderEliminarUSO si que ha movido y sigue moviendo, o no?, así que todos no son los que no mueven ni un dedo, otros se dedican a subir a la tercera planta a poner al de RRHH y a Secretaria General al día y de paso a ver si pillan algo, que asco.
ResponderEliminarMás razón que un santo, lo que pasa en este organismo es para denunciarlo ante la UE, y no lo digo pir decir.
EliminarSi la tipologia de la obra no es para hacer un estudio de seguridad y salud...apaga y vamonos....Adecuadas plantaciones, hacen ricas las naciones.
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