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lunes, 15 de noviembre de 2010

LA ALAMEDA SE LLENÓ, PERO LA RESOLANA SE DESBORDÓ

CRONICA DE LA MANIFESTACION 13N-2010, enviada por María-Sevilla.
Debido a que los medios y compañeros han emitido ya sus imagenes y comentarios, María deja constancia de la manifestación de una manera más intima......animamos desde aquí a Javi........ LEER

2 comentarios:

  1. Para Javi:
    Te echamos de menos, no sabiamos lo que te pasó. Esperamos que estes bien.
    Manifestacón impresionante,espectacular.La mejor medicina,mira los videos y las fotos
    Todos deseamos que te recuperes pronto.
    Saludos.

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  2. La Alameda se llenó, incluso más de lo que preveían los más optimistas. El comportamiento fué perfecto, la organización, todos a una, el ambiente festivo, hasta el buen tiempo acompañó. Hasta aquí perfecto.
    Dicen que unos 50.000, hay que tener en cuenta que no sólo éramos los empleados públicos, eran también las familias y amigos que acompañaban, además de los opositores.
    Podíamos haber sido más, muchos más; ese es mi enojo. Todos tenemos cosas que hacer el fin de semana, ya se sabe: ir de compras, comer con la familia, ir con los niños, hacer un arreglillo en la casa, comprar ropa, mirarle algo alcoche que parece que suena raro, echar la siesta que a veces se lleva sueño atrasado. En fín, muchas cosas, muchas. Pero si se quiere se va, se hubiera ido y aún hubiéramos sido muchos más. Salvo un deber inexcusable que cumplir, había que estar allí.
    50.000 personas no podemos estar equivocadas, miles y miles de empleados públicos que se desplazaron desde Almería, Jaen, Córdoba, Cádiz, etc., con muchas horas de autobus a cuestas. Si se quiere, se puede, salvo algo inexcusable; "tengo que ir y voy".
    Basta ya de poner excusas, sobre todo cuando se celebra tan cerquita de casa, joer. Pero no, tú a tus cosas y a tu siesta.
    "Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre", son las palabras de la madre de Boabdil cuando lo vió que lloraba al mirar por última vez la ALHAMBRA y el reino que perdía; desde entonces, a ese cerro se le llama el "Suspiro del Moro".
    Esperemos no tener que repetirle esas palabras a quienes no lucharon, por si no ganásemos esta batalla. Que sin duda la vamos a ganar, pero al menos, a los que se preocupan por su futuro, por el de sus hijos y por su entorno, quedará la satisfacción de haber hecho lo que tenían que hacer, estar en la brecha y no quitarse de enmedio.
    Las cervecitas y el descanso nos gusta a todos, eso creo.

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